jueves, 30 de septiembre de 2010

Rostros

Una lágrima bajaba por su mejilla. -Al menos siente pena por lo que ha hecho- pensé con lo que creía eran mis intestinos en las manos. La hoja semi-ensangrentada del cuchillo reflejaba su rostro estriado de sequedad.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La calle

Hay una calle. Una calle de adoquines. Quizás el trabajo de cientos de condenados. ¿Quién sabe?. No hay veredas. Apenas un cordón separa la vía de los edificios. ¿Por dónde caminan las gentes?. O acaso ya no caminan. No caminan y no miran. Sólo paredes, altas paredes que forman edificios. No hay ventanas. No hay ventanas, no hay veredas. Sólo adoquines. Adoquines en la calle, adoquines en las paredes. Unos arriba de otros, unos al lado de otros. Se me antojan personas en algún entramado social. Unos sostienen, otros hacen equilibrio. El cielo es de un negro definitivo. No hay estrellas, sólo una luna amarillenta en el horizonte, al final de la calle. Mira los adoquines y piensa:
- De qué les sirvió llegar hasta aquí?

martes, 28 de septiembre de 2010

La tienda

Una cierta somnolencia remolineaba en el aire de la tarde. Por fin las puertas de la tienda se desperazaban de par en par. Con frialdad empresarial el dueño del local seguía nuestros movimientos, dando a veces los precios, describiendo a veces los productos. Una pareja de origen portuario y escencia libertina preguntó por un producto de centro comercial. Nos acercamos al mostrador con los items elegidos. La pareja no recibió contestación y se retiró murmurando.
-De dónde son?
Respondimos con timidez.
-Una vez escuché hablar de ese lugar. Y que hacen por acá?
Respondimos con mayor timidez aún.
-En serio? Es la primera vez que escucho que alguien lo hace de esa manera. Yo solía hacerlo en mi juventud, pero claro que lo hacía con un caballo.
Envalentonados con la abierta frescura y el cambio de actitud del tendero, nos enredamos en una amena conversación. El resto de los clientes pululaban sin ton ni son.
-Esta es la luna de Atahualpa.
Con un movimiento rápido nos muestra la letra de la famosa canción impresa en la contratapa de la caja de alfajores.
-Viven sin contaminarse, cómo les explicas que nosotros estuvimos parados sobre el disco plateado del firmamento?